7 errores que no puedes cometer al elaborar un plan de mantenimiento
Elaborar un plan de mantenimiento de calidad no es tarea fácil. Sin embargo, resulta fundamental hacerlo, al menos si nuestro objetivo es evitar que los costes de mantenimiento se disparen, ahorrándonos incidencias y siendo más eficientes en el proceso. La experiencia nos dice que una serie de errores se producen de forma habitual al llevar a cabo esta tarea. No obstante, basta con tener en cuenta algunas claves para evitarlos.
Como señalamos, lo fundamental es tener una hoja de ruta que nos permita trabajar con mantenimiento preventivo, evitando las sorpresas. Si no desarrollamos un plan solvente, nos exponemos a dedicar gran parte de nuestra jornada a reparaciones, siempre de urgencia en urgencia. Esto, además de suponer un enorme coste en cuanto a recursos humanos, acaba generando un importante desembolso económico. Es por ello que la gestión de mantenimiento supone una parte fundamental de cualquier proyecto.
7 errores comunes al elaborar nuestro plan de mantenimiento
- Uno de los problemas más habituales en un plan de mantenimiento es seguir solo las instrucciones del fabricante de los diferentes componentes. A pesar de que este conoce perfectamente su producto, debemos considerar que no conoce el resto de materiales con los que contamos ni sus interacciones con nuestros recursos humanos. Además, un fabricante suele orientar su labor a cubrir su garantía, mientras que nosotros, como propietarios, trabajamos con un objetivo diferente al perseguir la operatividad de los equipos.
- Además de los anteriores, otro fallo común consiste en no realizar un mantenimiento preventivo diario. Aunque el coste de contar con un operador haciéndose cargo de esas tareas cada día supone un esfuerzo económico, la realidad es que esta tarea supondrá una buena gestión de mantenimiento, garantizando el ahorro y la eficiencia por más tiempo.
- Otro problema habitual radica en apostar solo por el mantenimiento de los equipos, olvidando los sistemas. Si esto sucede, es posible que nos encontremos con planes incompletos o que no profundizan en algunos equipos por falta de tiempo. De este modo, una buena medida pasa por dividir los mismos por sistemas, de manera que el volumen de trabajo resulte más asumible.
- En estos tiempos en los que la tecnología gana presencia, podemos caer en creer que un software de mantenimiento puede trabajar solo. La realidad es que, aunque supone una ayuda increíble y con la que debemos contar, no es sino una herramienta que complementa otras labores que también necesitaremos. Por ello, no puede ser la única estrategia de mantenimiento.
- Existen, además, muchas personas que incluyen en sus planes información virtual con carácter diario, que resulta excesiva. Aunque es interesante obtener gráficas e informes mensuales o trimestrales, los datos de un día son, en sí mismos, poco eficientes si no se hacen en soporte papel. Con esta medida logramos evitar pérdidas de tiempo innecesarias.
- Desde nuestro punto de vista, uno de los errores más graves consiste en elaborar el plan ignorando al personal de mantenimiento. Ellos serán los encargados de dicha tarea. Por ello, si contamos con sus opiniones, experiencias y consejos, obtendremos mejores resultados que si elaboramos el documento por nuestra cuenta. Además, está comprobado que, cuando las personas nos implicamos en el desarrollo de normas y estrategias, tendemos a respetarlos más. Esto resulta ideal en el contexto de un operario con tanta responsabilidad, que trabajará más motivado si se siente parte del equipo de desarrollo del proyecto.
- Por último, es fundamental mantener una mentalidad preventiva. Si nos centramos en solucionar incidencias sobre la marcha no solo perdemos tiempo y recursos, sino que nos exponemos a más accidentes. Por este motivo, conviene tener muy presente que el mantenimiento preventivo supone una magnífica apuesta al desarrollar nuestro plan.
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